Testimonio de un profesor - 2

Mi primera clase – Testimonio de un profesor de Daoming-3

Mi primera clase - Escrito por Wang Fang

Recuerdo que, cuando era niño, en la primera clase, los profesores siempre pasaban lista y yo respondía cuando escuchaba mi nombre. Hoy yo soy el profesor y me emocioné mucho cuando iba pasando lista a todos los estudiantes. Pero lo que más me sorprendió es que ninguno de los estudiantes conocía su propio nombre, porque la inmensa mayoría de ellos pertenecen a lo que llamamos popularmente familias negras, gente negra, es decir, que no tienen identidad oficial. Para ellos, el nombre no es importante, sólo necesitan saber si es hijo primero, segundo o tercero. Los padres también usan esta terminología para nombrar a sus hijos: hijo mayor, hijo segundo, etc. Otros son nombrados por su apodo: cachorroo, el que nació en el caminosi el niño nació en algún camino o campo. Este hecho nos ha traído muchísimas dificultades, ya que los padres demandan que demos un nombre a sus hijos. Por tanto, el nombre de la inmensa mayoría de nuestros estudiantes ha nacido en estas circunstancias de provisionalidad.

Así que mi primera clase consistió en llamar juntos a los padres y a los estudiantes, explicarles primeramente que cada estudiante debía tener un nombre propio. De otro modo, ¿cómo se podrían distinguir a un determinado estudiante entre todos los demás? ¿cómo pueden distinguir ellos mismos quién es yo, y él. En la escuela no podemos a llamar a un estudiante hijo primero, hijo segundo, etc. Así que cada estudiante tiene que tener su nombre propio. Empecé a hacer recordar a los padres el nombre propio de su hijo, y para ello pedía a los padres que respondieran cuando nombraba a su hijo, y después cada padre debía repetir varias veces el nombre de su hijo. Así, poco a poco, y tras numerosas repeticiones, les fui enseñando a reconocer a su hijo por su nombre propio. Pero, a la mañana siguiente, solo un pequeña minoría de los niños recordaba su nombre, así que he decidido que mañana por tendré que usar toda la mañana para enseñarles a reconocerse a sí mismos.